La ilusión de Ramón Elías López Ballestas, como la de miles de colombianos, es tener su casa propia y por eso no vaciló en vincularse a uno de los programas promovidos por el Gobierno Nacional.

Fue así como se decidió por el proyecto de vivienda Caribe Verde, localizado en la Circunvalar con carrera 9G, a cargo de Grama Construcciones S.A.

Para ello, el 19 de julio de 2014 abrió la cuenta de ahorro programado equivalente al 5% del valor de la vivienda. La apertura de la cuenta la hizo en sede Prado del Banco Caja Social.

En la misma fecha, el propio Banco le ofreció un crédito hipotecario hasta por $20 millones, el que finalmente le fue aprobado, el 18 de marzo de 2015, por $19 millones.

De esta manera, López Ballestas sumó dos importantes requisitos para acceder a la vivienda: ahorro programado más crédito hipotecario.

Y el 29 de julio de 2015 fue notificado por la Vicepresidencia de la República y el entonces Ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, que había sido beneficiario del subsidio, con lo cual cerró el ciclo de requisitos y financiación, ya que también había cumplido con la entrega del certificado de tradición y libertad.

Siguiendo con los trámites, el 9 de noviembre procedió a retirar el ahorro programado, por 7 millones 64 mil 714 pesos, para consignarlo a favor de la constructora y el 4 de diciembre siguiente recibió una comunicación de la Vicepresidenta de Negocio Masivo del Banco, Esperanza Pérez Nova, en la que le manifiesta que tras la aprobación del crédito el paso a seguir es la elección del inmueble, con el fin de continuar con la operación.

Para su sorpresa, la ejecutiva bancaria le notificó algo inesperado. “Sin embargo, le comunicamos que los cupos destinados para el Banco Caja Social para apoyar el programa de Gobierno VIPA ya se agotaron. Teniendo en cuenta esta información y en caso de que usted siga interesado en adquirir vivienda, el Banco le ofrece la opción de financiarla accediendo a una de las múltiples líneas de crédito hipotecario que hemos creado para las familias colombianas”, señala la comunicación.

López Ballestas no se explica el hecho de que siendo uno de los primeros en realizar los trámites y cumplir con los requisitos, ahora el Banco le cambie las reglas del juego.

Para la entrega de la vivienda la constructora le exige el crédito hipotecario, el mismo que el Banco ahora se niega a desembolsar, a pesar de estar vigente porque el mismo fue otorgado con una vigencia de 540 días que aún no se han vencido.

“Yo no pido que me regalen nada sino que cumplan con el compromiso, porque yo cumplí todos los requisitos y el crédito me fue otorgado”, puntualizó.

Lo grave del caso es que bajo la nueva posición del Banco, no solo estaría a punto de perder el ahorro programado que ya pagó sino que le resultaría imposible acceder a una vivienda bajo las condiciones que le plantea la entidad bancaria.